lunes, 19 de enero de 2015

"Manduka, hermosamente rebelde" (por A. Smith)

Querido Manduka, tu música ha sido inspiración para muchos de ese puñado de jóvenes, que te mirábamos con admiración por tu luminosa presencia, esa sonrisa de naturaleza contenta y constante con la que firmabas tus palabras.

Manduka
Cuando cantabas admirablemente, cantabas con la facilidad de quien ofrece una platica amena y calida, así de corrido, simple, susurrando la melodía, junto a la adivinanza de la idea vivencial. Entonces ocurría un milagro, al menos en mi, un bello milagro poético, rítmico, afectivo, y ese milagro tuyo, de tu vida, sigue vigente, en este momento en que escribo, un miércoles 14 de enero de 2015.

Las pocas veces que estuve cerca y cerca de la rítmico viva, tu humildad natural, al aceptar ideas ó arreglos, se enlazaba con esa ductilidad de los grandes poetas que crean instalaciones, hiladas con silencios y ritmos libres de verbo mágico, entonces todo el amazonas corría con su energía desbordante

Tu querido Manduka, florecías grandioso entre los yuyos tan buenos, que te habían ofrecido tus jóvenes cofrades músicos, y los convertías en una nueva armonía, simple y burbujeante, que rechinaba con tam tams, bosass, y sambas, batucada y Africa amerindia se despertaba a seguir esta fiesta de colores, muy reconfortantes para quienes vivíamos cerca de los Andes, en Chile. 

Antonio Smith en Congregación
Eran unos tiempos en que escaseaba o no era frecuente un arte de músico cantor brasileño, tan genial, hermosamente rebelde, fino, integrándose a los Andes, y a las mejores bandas y grupos de artistas y músicos que agitaban por aquellos días la escena musical popular en chile.

Los acontecimientos de los pueblos, sus dramas y tragedias, se mezclan en mi referencia a tu vida, entonces se producen los alejamientos, de unos con otros, que nadie espero tan velozmente.

Manduka, tu torbellino de historia y existencia giro a mucha velocidad, y seguiste en coordenadas y latitudes donde no volvimos a cruzarnos en lo personal, pero si en la música y sus caminos de armonías compartidas, desde donde sin ver ninguna foto tuya casi con los ojos cerrados, veo en este momento tu noble rostro, tu corona afro ensortijada, restallado de sol, allí esta tu mensaje también de alegría y de batalla, el mensaje de un noble guerrero joven, que viene a ayudar a los pueblos oprimidos, para ayudar y acompañar con acciones solidarias.

Veo flashes de sol y aroma a café, a canela, guitarra de palo básica, tambor, allí en la esquina de calle catedral, volviendo al conservatorio donde te escucho tararear y cantar como un Orfeo itinerante; allí en ese pasaje de entrada al conservatorio admirado escucho tu canción naranjita...así no mas tarareándola en la calle, mostrando esa así genial, y para mi pensaba es lo mas bello y simple que había escuchado en canción y luego el silencio

Manduka
Ese encuentro fue en esos días en que daría mi ultimo concierto en el auditorio de la universidad de chile, allí también esa ultima forma de comunicación por gestos, risas, cantos, señas.

Bueno aquí otra vez presente en esta experiencia de la calle, es mi pequeño portal para reencontrarme con Manduka, quien hacia sentirse amigo y cercano a cualquiera que se le acercase. Un muchacho que era buen amigo, de quien miraba a los ojos comunicándose mas con la energía y la presencia que con las palabras.

Te saludo, y mi homenaje es como estar así, para siempre cerca en la energía y en los ideales, con un entrañable abrazo, también contento que otros amigos te tengan presente.



por Antonio Smith (awankana)

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